UN GRAN RECUERDO... Y NADA MAS
Trotamundos - Nicola di bari
martes, 3 de abril de 2007
NICOLA DI BARI
Publicado por ANOMALO PRODUCCIONES en 11:54
Etiquetas: VIEJITOS PIOLAS
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Para los nostálgicos, para los enamorados de las cosas mas simples, para quienes necesitan un recreo en su agitada vida de adultos, este Baúl lleno de imágenes y sonidos les permitirá sentirse mas vivos que nunca.
UN GRAN RECUERDO... Y NADA MAS
Trotamundos - Nicola di bari
Publicado por ANOMALO PRODUCCIONES en 11:54
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TELEJUEGOS En los 70 y 80 fue una figura popular de la televisión orientada a los chicos. Pero en 1985 desapareció de la pantalla y hoy es la dueña de "La Martina" Gachi Ferrari fue ícono de los programas infantiles en la televisión de los años 80. Hace unos 20 años decidió tomarse un descanso de la pantalla pero ese descanso se convirtió en un adiós. Dio el primer paso en los medios siendo modelo, la exposición le permitió darse el lujo de trabajar como actriz, en aquellas tiras como “Pobre Diabla” y “Mi Cuñado”, y a renglón seguido se dedicó a los más chiquitos. Cuando en 1978 nacía “ATC”, un programa ómnibus llamado “Show Fantástico” la tuvo como conductora, y al poco tiempo, en la misma señal, se lanzaba “Telejuegos”. Con el auge de Anteojito, pegó el salto a Canal 9 y se puso al frente de “El club de Anteojito y Antifaz” junto a otro joven que ya no está frente a cámara: Marcelo Marcote (hoy, un reconocido pediatra). Cada noche, los chicos nos íbamos a la cama con el saludo de “Petete” y con Gachi despidiéndonos para dormir y arropando al popular muñeco. Pero en 1985 su vida cambió. Siendo una figura muy popular de la televisión, había conocido a Lando Simonetti, un empresario textil italiano que justamente había traído una marca de ropa infantil para comercializar en el país. Comenzaron su relación y, convocada por él para ayudarlo a crear una marca, Gachi quiso tomarse un año sabático para concentrarse en el proyecto junto a su pareja. Nunca pensó que ese año se convertiría en un final para su carrera. Pero las vueltas de la vida dan sus revanchas para los talentosos. Gachi Ferrari hoy tiene 50 años, vive feliz con su marido, y es la dueña de “La Martina”, una de las marcas top del mundo del polo con productos de cuero e indumentaria informal. Ella misma diseña los modelos y colores de cada temporada. “Trabajar al mismo tiempo en la tele y con la marroquinería fue durísimo” recuerda hoy Gachi; “viajaba mucho al exterior y para seguir en la tele grababa programas para tener de parrilla. Pero todo se fue complicando y no podía con las dos cosas, entonces dejé a los chicos y me quedé con mi nuevo proyecto”. Hoy reconoce que está feliz con su proyecto, pero admite que extraña la popularidad. “El que dice que no le importa que no lo reconozcan por la calle habiendo sido famoso, es mentira”. Y no se priva de volver atrás en el tiempo y recordar que en un principio sintió un sabor amargo “cuando dejé la tele sentí un gran vacío, pero me fui acostumbrando. Después de algunos años sin estar frente a cámara sentía como raro que la gente no me reconozca por la calle, pero seguí adelante”. Su presente consiste en viajar constantemente a los Estados Unidos y Europa para conocer las nuevas tendencias de la moda. Una de las metas que se propuso desde un principio es garantizar prendas de calidad con las mejores materias primas, modelos clásicos y a la vez de muy buen gusto. Junto a Lando y a los hijos que ambos tienen de su primer matrimonio llevan una vida en común. Los que tenemos más de 30 recordamos perfectamente el “buenas noches” de Gachi con Petete.
Leyendas de ayer: ¿Qué fue de la vida de los Titanes en el Ring? Algunos fallecieron y otros se jubilaron o formaron su propia troupe. Para algunos, “Titanes en el Ring” fue mucho más que un programa televisivo que nació en los ’60 y tuvo su segundo pico de éxito en los ‘80. En sus días de gloria, el espectáculo familiar monopolizaba la audiencia durante su emisión y cientos de miles de niños, y adultos, seguían atentamente cada lucha de sus personajes más queridos y odiados ya que, como en toda historia, había malos y buenos. Corría el año 1962 y Martín Karadagian, que ostentaba un dudoso título de Campeón del Mundo, estrenaba en canal 9 un espectáculo de televisión nunca visto hasta ese entonces. La fórmula era sencilla pero no por eso menos atractiva: dos luchadores de catch que se propinaban golpes que parecían reales, un cuadrilátero con una base de lata para que las caídas fueran más sonoras, una voz desaforada que relatase la pelea, aplausos y toda una puesta en escena con personajes extravagantes y mitológicos que se mezclaban con el público haciéndolos cómplices de sus victorias y derrotas. La palabra "catch" es una abreviatura de "catch as catch can", frase en inglés que en la Argentina se popularizó como "cachacascan", y que define este tipo de combates que une lucha libre con espectáculo, comedia y fantasía. Los 2 hombres que interpretaron el personaje de la Momia Blanca antes que Figueroa, murieron en un accidente automovilístico. “Titanes es toda mi infancia, me crié viendo el programa desde los 4 años. Éramos muy inocentes, nos creíamos que los personajes eran de verdad. Yo me identificaba con los buenos”, confesó Marcelo Falottico (40), fanático del ciclo. Hoy, a más de 40 años de su creación, las figuras que se ganaron la simpatía y el desprecio de varias generaciones de chicos como Mister Chile, el Caballero Rojo, la Momia Blanca, el Indio Comanche, William Boo, El Capitán Minerva y el Payaso Pepino, y tantos otros, siguieron su propio camino. Algunos fallecieron, otros siguen con el espectáculo pero de forma independiente y otros son jubilados y viven de sus ahorros. ¿Cómo es la vida de un ex Titán? Atrás quedaron los tiempos en que el Indio Comanche despedía fuera del ring a sus adversarios con la famosa patada voladora y los reducía con sus dedos magnéticos. Era admirado por los chicos y aclamado por los más grandes. Desde que dejó el ring cerca de los ’80, volvió a ser Elías Revoredo Aguilar (80), un hombre común y corriente. De aquel tiempo a esta parte, trabajó de otras cosas pero actualmente vive de sus ahorros. “Tuve una fábrica de remeras y agendas. Hoy soy jubilado pero como el personaje lo había inventado yo, siempre puse condiciones en los contratos que me favorecieron y pude ahorrar bastante plata”, contó a el legendario Indio. Otra suerte corrió Hugo Luciarini (71), conocido popularmente como el Payaso Pepino. Hace tiempo que el hombre tiene un pelea judicial con los descendientes de Karadagián (el creador del show) para que le den la jubilación. “Hace 8 años que vivo con mi señora en la casa que heredó de la madre y tengo que seguir trabajando para mantenerme”, resaltó el hombre a . Luciarini como otros tantos, armaron su propia troupe y continúan de manera independiente con presentaciones en colegios, clubes y festivales barriales. Juan Figueroa (57), el hombre que recreó personajes como El Androide, El Dogo y durante los últimos años el de la famosa Momia Blanca, también hace shows junto a otros luchadores. “Trabajo como instructor de pesas en el club Vélez Sarsfield y ahí mismo me dieron un espacio para montar un ring y practicar. Pero además, hace 32 años que trabajo como administrativo en una obra social”, explicó a Figueroa. Podrán imitarlos pero nunca igualarlos El estilo de pelea presentado por “Titanes en el Ring” fue copiado por otros programas como “Lucha Fuerte”, “Gladiadores del Ring” (en Uruguay) y más recientemente “100 % lucha” pero ninguno alcanzó el mismo éxito. Los que conocen del tema aseguran que las nuevas versiones no le llegan ni a los talones a la original. “El que es ‘titanesco’ de ley como yo sabe que esto no es lucha. Es una copia fiel de lo que hacen en Estados Unidos. Incluso los cuerpos son distintos. Éstos son más musculosos y no muestran ninguna habilidad ni elasticidad”, enfatizó Falottico. Por su parte, quien fuera el Payaso Pepino, coincidió con el admirador del formato en el sentido de que el estilo de pelea actual es muy distinto al que practicaban ellos. “Teníamos más destreza, yo volaba por los aires. Pero además, ‘100% Lucha’ es más agresivo”, señaló el ex luchador. Sin embargo, no todos los legendarios titanes opinan lo mismo. Para el ex Indio Comanche, los muchachos de ahora trabajan muy bien y difiere de su colega ya que a su parecer, el show era más violento antes porque los golpes tenían un 80% de verdad. En un punto intermedio se encuentra Figueroa. El instructor de pesas dijo que no se trata de un problema de calidad sino de preparación artística de los personajes. "Nosotros éramos más actores, les falta recrear la fantasía para que los chicos se crean el cuento", finalizó.
LA HISTORIA DE BORIS KARLOFF Boris Karloff (23 de noviembre de 1887 – 2 de febrero de 1969), nacido William Henry "Bill" Pratt, fue un actor británico conocido por sus papeles en películas de terror. Hijo de Edward John Pratt Jr y su tercera mujer Eliza Sarah Millard, el futuro actor nació en Camberwell, Londres, y creció en Enfield. Huérfano en su juventud, asistió a clases en la Enfield Grammar School antes de trasladarse a la Uppingham School, la Merchant Taylors' School, y de forma eventual a la Universidad de Londres. La primera meta de Karloff era unirse al servicio diplomático; su hermano Sir John Henry Pratt, llegó a convertirse en un famoso y distinguido diplomático. En 1909, Pratt viajó a Canadá, cambiando su nombre. Por razones de salud, no combatió en la Primera Guerra Mundial. Una vez que llegó a Hollywood, California, Karloff participó en numerosas películas mudas, antes de aparecer como El monstruo de Frankenstein en Frankenstein (1931), la película que le convirtió en estrella y que rodó gracias a que Bela Lugosi rechazó el papel. Un año después ínterpretó a otro personaje icónico , Imhotep, en La Momia. Su altura y el éxito de Frankenstein (donde apareció en los títulos de créditos solamente como Karloff) le encasillaron en el género de terror (donde realizó numerosas películas para la Universal Pictures), aunque participó en otros géneros como en The Lost Patrol de John Ford en 1934. Karloff interpretó al monstruo de Frankenstein dos veces más; La novia de Frankenstein (1935) y El hijo de Frankenstein (1939), con Lugosi como el loco Ygor. Precisamente con Lugosi ´coincidió en otros dos importantes títulos El gato negro (1934) y The Raven (1935). A pesar de los papeles que le hicieron famoso, Karloff fue conocido en su vida real como un caballero generoso, sobre todo con la infancia. En sus últimos años actuó varias veces en la televisión. Boris Karloff murió de neumonía en el King Edward VII Hospital, Midhurst, Sussex a la edad de 81 años, siendo incinerado. Por su contribución Boris Karloff fue galardonado con dos estrellas en el legendario Paseo de la Fama, en el 1737 Vine Street (por sus películas) y 6664 Hollywood Boulevard (por televisión). Se le considera como uno de los grandes actores clásicos del cine de terror, junto a Lon Chaney Jr. (como el hombre lobo) y Bela Lugosi (como Drácula).
EL TOCADISCOS Sistema de Reproducción del sonido. El tocadiscos también ha sido conocido como platina de discos, giradiscos, tornamesa, fonochasis o pickup. Ninguna de estas cuatro últimas nomenclaturas tiene demasiada aceptación. Fonochasis Se conoce como fonochasis al conjunto formado por el plato giradiscos, la cápsula y el brazo fonocaptor que componen el esqueleto de cualquier tocadiscos. plato giradiscos La parte del plato giradiscos en la que el disco da vueltas es la que se conoce como rotor. No obstante, el rotor no es la única parte del plato giradiscos, pues éste también engloba al motor encargado de proporcionarle la energía al rotor. La velocidad con que el motor haga girar al rotor ha de ser ajustada, para permitir el rozamiento preciso de la aguja con el surco del disco. Si esta velocidad no se correspondía el sonido no era correctamente reproducido y, además, se podía deteriorar el disco (rallarlo, etc).
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